Ésta es la segunda parte de la crónica de las eliminatorias de Champions en las que no había equipos españoles. En este artículo se tratarán los cruces entre Olympiakos y Girondins y entre Inter y Chelsea.
Olympiakos-Girondins
La ida se jugó en el fortín de Olympiakos, el Karaiskakis. El partido fue en sí muy espeso desde el principio, en el cual se impusieron las defensas a las delanteras. El Burdeos buscaba hacer su habitual juego de toque para eludir a un físico Olympiakos. El equipo del Pireo sólo llegó dos veces a puerta en la primera parte, haciéndolo una vez con claridad tras un remate de Mellberg. Nikopolidis tuvo una primera parte muy tranquila, debido al buen partido de Raúl Bravo y las marcas a los jugadores de banda del Girondins. Pero cuando parecía que al descanso nos iríamos con un empate sin goles, Michael Ciani marcó de cabeza a la salida de una falta botada por el Burdeos. La segunda parte fue igual, el Olympiakos utilizaba su fuerza y salía rápidamente al contraataque cuando tenían oportunidad. El equipo griego insistió hasta el final, pero el árbitro Howard Webb anuló un gol a Enzo Maresca en el último segundo en una dudosa jugada en la que no se aprecia demasiado bien si hay penalti del portero Carrasso o falta de Maresca. Con 0-1 se encontrarían los dos equipos en el Chaban Delmas.
En la vuelta se confirmó el paso del Burdeos en un sufrido partido ante el Olympiakos. La historia comenzó en el minuto 5, cuando Wendel forzó una falta lejana. Como todas las faltas del Burdeos, la sacó Gourcuff... y este sacó la diestra a pasear. Marcó un gol espectacular poniendo el balón con rosca a la escuadra haciendo inútil la presencia de Nikopolidis. Gourcuff se esforzaba en hacer un partidazo, y en el minuto 35, dio un pase de tacón a Chamakh que éste no supo convertir. A partir de ese momento el partido se revolucionó, convirtiéndose en un correcalles. Hubo un disparo al palo por parte de Olympiakos y otro de Gourcuff en una falta, muy parecida a la que metió anteriormente. Ya en la segunda parte, Derbyshire fue expulsado tras una entrada a Plasil. Aun así, el Olympiakos sorprendió a propios y extraños con el golazo de volea de Mitroglou, que ponía las tablas en el marcador y el sufrimiento en los aficionados. En pocos minutos, se acentuaría el miedo de los aficionados cuando Alou Diarra fue expulsado por doble amarilla después de dos fuertes entradas en 5 minutos. El Girondins estaba cada vez más nervioso y vio como un remate de Raúl Bravo se paseaba por la línea de gol francesa. Chamakh perdonó por segunda vez ante Nikopolidis, pero a la tercera fue la vencida y el marroquí al fin marcó en un remate de cabeza tras centro Benoit Trémoulinas. El partido finalizó, el miedo terminó y ahora el GB espera a su rival en cuartos. 3-1 en la eliminatoria.
Inter-Chelsea
Acabaré este resumen de los equipos extranjeros con la mejor eliminatoria de octavos, la que disputaron los italianos del Inter y los ingleses del Chelsea. Era el cruce del morbo, porque Mourinho se enfrentaba a su exequipo y Ancelotti se enfrentó a su rival de toda la vida, el Inter. En la ida, el Chelsea sacó una extraña alineación, en la que destacaba Malouda en la posición de lateral izquierdo. En el Inter, Milito fue la punta de lanza, acompañado por Samuel Eto'o en el ataque. En el minuto 3 ya marcó Milito, gracias a una asistencia del delantero camerunés, que Sneijder dejó pasar magistralmente. Este gol supuso un fuerte golpe para el Chelsea, que se fue masivamente y con ganas al ataque, y con más razón teniendo en cuenta que Julio César llegaba justito para este partido debido a un accidente de coche sufrido días antes. En una de éstas, Drogba tiró una falta al larguero. Después de esto, a Milito le enseñaron amarilla por presunta piscina en el área del Chelsea y Eto'o dio un susto a los de Ancelotti. En la segunda parte, el duelo se igualó en cuanto a juego y también en el marcador, porque Kalou marcó de disparo lejano en el minuto 51. Esto ponía el empate, que aun así duró poco, porque en el 55, Cambiasso marcó con un zurdazo raso imparable ante el que nada pudo hacer Cech. El Inter sorprendía y se llevaba la ida en su casa.
En la vuelta en Stamford Bridge, Mourinho dio una lección a sus amigos del Chelsea. El Chelsea necesitaba un juego directo para buscar un rápido gol, pero el Inter jugó con el balón por el suelo. El cuadro londinense creía tenerlo todo controlado a la perfección, y en este partido, que fue tan bronco desde el principio, sólo le busco las cosquillas al Inter en los últimos compases de la primera parte. El Inter se sintió a gusto con el balón y lo movió, y movió, y movió. Pero en un principio esto no hizo que tuvieran ocasiones claras de gol. Hubo un buen montón de tarjetas en la segunda parte, consecuencia de una dureza no cortada por el árbitro en la primera parte. Y en medio de todos esos palos que se pegaban entre unos y otros, Sneijder dio un gran pase a Pandev, que no supo rematar la faena ante el portero Turnbull. El Inter seguía tocando, y Sneijder dio otro gran pase, esta vez a Milito, que falló otra vez ante Turnbull. Pero señores, los nerazzurris tienen un killer que el martes despertó, del que parece que nadie se acuerda este año, pero que aparece cuando más se le necesita. Sneijder puso su tercer pase magistral del partido, esta vez para el 9 del Inter, que pugnaba con Ivanovic por el balón. Y ya sabéis de quién hablo ¿verdad? El balón fue para Samuel Eto'o, que en su pelea con el lateral serbio, definió de la manera más difícil, con el exterior. Y al fin! Marcó el Inter! Sneijder sacó lo mejor de sí mismo pero sólo Eto'o se dio cuenta de ello y él hizo feliz a al equipo, a Sneijder y a sí mismo. Golazo de Eto'o en el minuto 78 que mataba definitivamente la eliminatoria. Los londinenses acabraon desquiciados, especialmente Drogba, que acabó expulsado por un pisotón a Samuel. En los otros 12 minutos, no pasó nada importante y la eliminatoria acabó, al igual que este resumen.
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